Ayuda a aprender las reglas de convivencia, siendo una herramienta que mejora la actuación de las personas ante los conflictos sociales y promueve la inclusión y sociabilización de las personas que lo practican. Del mismo modo, es una modalidad adecuada para educar en los valores propios de los derechos universales y busca la máxima prosperidad y el beneficio mutuo de las personas que lo practican.